
“Lo quería Barcelona, lo quería River Plei, Maradona es
de Boca porque gallina no es...” era el hit del momento. Antes y después del
debut de Diego en Boca, la transferencia por parte de Argentinos al club de la
Ribera deja muchísimas cosas por analizar, ya que fue un pase muy negociado.
Época difícil para realizar semejante operación
económica, el país transitaba por una depresión económica severa y el fútbol en
general y Boca en particular no eran la excepción. Sin entrada de dinero
sustancial por televisión, indumentaria, internet, etc., el único sostén de los
clubes era la venta de algún jugador y sobretodo, las recaudaciones por boletos
de entradas de los partidos. Por tal motivo, en este escenario era más que
inviable la operación. Pero la presión popular de su hinchada, más el capricho
e inconciencia de sus dirigentes, empujaron hacia adelante la contratación del
“Pelusa” para que no se lo lleven “ni Barcelona ni River Plei”
EL PASE DEL SIGLO.
Comenzaban entonces las reuniones entre dirigentes,
representantes, empresarios, allegados. Formales encuentros donde se discutían
ya a esta altura y de manera muy liviana, de qué manera pasaría Diego a Boca.
Solo restaba acordar las fechas de los cheques a cobrar por parte de Argentinos
Juniors, en algunos de los cuales se llagaba a un rápido acuerdo y en los que
se tardaba un poco más, la moneda decidía la suerte de las fechas de pago. En
todos estos casos el favorecido fue Boca quién pudo estirar las fechas de pago
de dichos cheques. Así de “duras” eran las negociaciones del pase más
importante de la historia del fútbol argentino.
Pero algo inesperado ocurrió y todo aquello que parecía
sencillo se complicó con un simple hecho. La Dirección General Impositiva (DGI,
actual AFIP) declara que tomará cartas en el asunto e investigará el origen de
los fondos con los cuales Boca haría dicha operación. Maldita legalidad. Amigos
y allegados huyeron despavoridos y el dinero desapareció. La nueva comisión
directiva con Martín Noel y Corigliano a la cabeza se negaban volver atrás con
la transferencia y harían lo imposible para lograr su objetivo, ya que hinchas,
socios y la opinión pública en general esperaban el pase del siglo y una
frustración sería una herida grande en el ego de la flamante comisión
directiva.
A todo esto Aragón Cabrera, presidente de River Plate, ya estaba al
tanto de tal situación y preparaba una nueva estrategia para volver a la carga
por Diego, ya que River fue quién había iniciado las tratativas por el pase y
veía una nueva oportunidad. Claro, no esperaban encontrarse con semejante obstinación
por
parte de la flamante C.D. boquense, que no quería pagar el costo político de no concretar lo ya anunciado. Noel y Corigliano estaban dispuestos a firmar lo que sea. Y así fue, firmaron y aceptaron todo lo que Argentinos Juniors pretendía. Ya no era compra, si no préstamo. Comenzaban las corridas por financieras varias para conseguir u$s 2.500.000 de dudosa conveniencia para abonar parte de dicho préstamo. Además, Boca aceptaba hacerse cargo de una deuda de Argentinos con el Banco San Miguel por u$s 1.100.000, más u$s 400.000 que se le debía a AFA; cede 4 jugadores en forma definitiva (Randazzo, Santos, Rotondi y el loco Salinas, más el préstamo de Bordón y Mario Nicasio Zanabria; se hace cargo de todos los porcentajes a abonar a AFA, Argentinos y a los jugadores cedidos; Además, Diego no podrá jugar contra su ex club. La totalidad del préstamo asciende a u$s 4.000.000 por 16 meses y el pase definitivo, otros 4 millones de dólares más.
parte de la flamante C.D. boquense, que no quería pagar el costo político de no concretar lo ya anunciado. Noel y Corigliano estaban dispuestos a firmar lo que sea. Y así fue, firmaron y aceptaron todo lo que Argentinos Juniors pretendía. Ya no era compra, si no préstamo. Comenzaban las corridas por financieras varias para conseguir u$s 2.500.000 de dudosa conveniencia para abonar parte de dicho préstamo. Además, Boca aceptaba hacerse cargo de una deuda de Argentinos con el Banco San Miguel por u$s 1.100.000, más u$s 400.000 que se le debía a AFA; cede 4 jugadores en forma definitiva (Randazzo, Santos, Rotondi y el loco Salinas, más el préstamo de Bordón y Mario Nicasio Zanabria; se hace cargo de todos los porcentajes a abonar a AFA, Argentinos y a los jugadores cedidos; Además, Diego no podrá jugar contra su ex club. La totalidad del préstamo asciende a u$s 4.000.000 por 16 meses y el pase definitivo, otros 4 millones de dólares más.
EL DEBUT
Por fin llega el día y hablemos un poco de fobal. Diego salta a la cancha con lo que
fue una constante en todo el campeonato, su exceso de peso y pocos
entrenamientos. El público lo recibiría a estadio lleno y una alegría extrema.
Y el árbitro Abel Gnecco también lo recibiría y lo despediría del partido con
dos regalitos, 2 penales para que Diego se luzca en lo que fue una constante en
todo el campeonato, penales cedidos por árbitros ávidos de protagonismo y
listos para complacer. Quedará por los estadistas saber si los 9 penales
cedidos que de los cuales Diego pateó y convirtió 7 y los dos restantes
convertidos por Miguelito Brindisi, son del campeón con más penales cedidos. Poco pudo hacer Talleres con su toque ante la aplastante
superioridad boquense, el primer tiempo fue un vendaval
transformará en gol. Brindisi aumentaría a los 33m. tras un pase profundo y elevado de su nuevo cumpa en la cancha. No logró reponerse Talleres de semejante atropello futbolístico que 4m. después Diego encara a Galván, a quién el amaga por afuera pero se frena, dejándole el gol a Brindisi quién con su zurda coloca el balón a la izquierda de Baley. Así terminaba el primer tiempo pero bien podría decirse, acá se terminó el partido. Porque en el segundo tiempo Talleres hizo todo lo que pudo, buen toque, prolijidad y un gol a los 4m. por intermedio de la Pepona Reinaldi que daba lugar a la esperanza por parte de los cordobeses ya que Boca se resignó a esperar. Pero fue tibio lo de Talleres,
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Mouzo, Hugo Alves, Acevedo, Gatti, Brindisi y Córdoba Escudero, Maradona, Perotti, Quiroz y Trobiani. |
EL PASE RESIDUAL.
Detrás de escena quedan varias cosas que el tiempo saca a
la luz, como por ejemplo, que luego de este campeonato en AFA se resuelve que
todo aquel equipo que tiene deudas no puede incorporar nuevos jugadores. Es que
luego del título logrado por Boca, muchos dirigentes de los demás clubes
pusieron el grito en el cielo aludiendo que Boca se reforzó, se endeudó y ganó
un campeonato sin poner un peso, en desmedro del resto. Por supuesto que esto
se cumplió y se cumple a medias. Como también, que varios años después, Boca
institución y equipo, sufrieron tremendamente tanto desbarajuste económico por
conseguir esta transferencia, a tal punto que en un partido en Formosa se le
destiñeran los números de su camiseta por la transpiración, números hechos a
mano con un fibrón. Así de precario andaba Boca institución por aquellos años.
También queda como quisieron sacarse del medio a Jorge
Cyterszpiler. Cacho Steinberg (empresario, representante de Carlos Monzón),
Corigliano, Noel, Cónsoli y Segura (actual presidente bicho) trataron por todos
los medios querer puentear al representante de Diego, en un momento en que el
pase se caía, hasta que el mismo jugador los paró en seco, “él es mi representante y confío ciegamente en él”. El tiempo
distanciará a representante y jugador “me
afanó un palo, menos mal que lo hizo ahora que soy joven”, dijo más adelante Diego.

En fin, Diego siempre da mucha tela para cortar, una
historia muy rica y con muchos matices, muchos más de los buenos que de los
malos. Aquí, arbitrariamente solo resaltaremos los buenos, como cuando reunió a
todos sus hermanos en un almuerzo familiar y luego de los fideos, les regaló
una cajita a cada uno. Que contenían las cajitas?, un juego de llaves. Les
había regalado un departamento a cada uno. Ese es Diego, el mejor de todos los
tiempos.