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martes, 12 de octubre de 2010

Iervasi y Brailowsky, a la comisaría.

El domingo 20 de Abril de 1984 ocurrió un hecho anormal. Mucho se hablaba ya y durante mucho tiempo sobre el dóping en el fútbol local, que ayudín, nafta súper y muchas otras yerbas...En cancha de Ferrocarril oeste jugaban All Boys (local) y Argentinos Js. Como ya es de público conocimiento, la policía halló en el vestuario de All Boys jeringas descartables y restos de cápsulas. Los jugadores Iervasi y Brailowsky, el médico de la institución, doctor Barterd y el presidente de la entidad, señor Di Pietro, acataron la convocatoria sin que se conocieran los términos sobre los cuales se manejó la denuncia y el hallazgo de tales elementos en el camarín del equipo de Floresta.
En principio, autoridades de All Boys reconocieron que ambos jugadores, entre otros, fueron inyectados con suero glucosado, fármaco no prohibido por su acción inocua. El control antidóping todavía no existía y era pedido a gritos por todos los sectores futbolísticos de aquel entonces.

 
Iervasy

viernes, 1 de octubre de 2010

Osvaldo Piazza y el mundial '78


El mundial que se jugó en nuestro país en 1978, despertaba gran ansiedad y entusiasmo en la gente. En un pueblo tan futbolero como el nuestro, los años, meses y días previos al certamen se vivían con muchísima intensidad, y con una gran esperanza de lograr la copa del mundo por primera vez. Como siempre hacemos, tratamos de situarnos en esos años para concebir la real dimensión de lo vivido y compararlo con la actualidad.
Internet, Play, Direct TV, Celulares, y hasta la TV a color, son solo un ejemplo de las miles de cosas que en los ’70 no existía, y que nos hubiera tenido prisioneros en nuestros hogares como ocurre en la actualidad. Billar, fútbol y no muchas más cosas había como pasatiempo, salvo una gran actividad social en clubes que contaban con miles de socios que practicaban diversos deportes, elevando la calidad de los potenciales deportistas. Para jugar al fútbol en un club, los pibes que se probaban tenían que ser poco menos que Maradona para quedar fichados y las exigencias eran muchísimas para llegar a 1ª. Imagínense a ese pibe soñando con jugar en su club favorito, la transferencia a Europa, jugar en su selección y además de todo eso, disputar un mundial y jugarlo ante tu gente…quién no cumpliría semejante sueño, teniéndolo al alcance de su mano?.
Pues bien, Osvaldo Piazza era uno de esos pequeños soñadores al cual le faltó ese último escalón de su carrera. Convocado por César Luís Menotti a que se sume al grupo seleccionado que practicaba en J.C. Paz, tuvo que desistir de su sueño por que su esposa Norma junto con a sus dos pequeñas hijas habían tenido un grave accidente automovilístico con su Peugeot 607 en Saint Etienne, lugar donde Osvaldo jugaba en el equipo homónimo a la ciudad. Más allá de esta situación, Piazza sufría una pequeña dolencia que era de tratada por el Dr. Oliva (médico de la Selección Argentina.), que no hubiera impedido estar mínimamente en la lista de los preseleccionados.
Su esposa debía permanecer en reposo aproximadamente un mes, para recuperarse de los golpes y la fractura de pelvis y talón derecho. “Espero que todos podamos viajar a la brevedad hacia Buenos Aires. Deseo fervientemente que Osvaldo pueda jugar por la Argentina en el mundial; pero en definitiva, él tomará la decisión” Decía Norma con dificultad por las heridas en sus labios.
A todo esto, el Dr. Cantilo (Pte. de AFA) se comunicó con Piazza y le preguntó primero por su familia y luego sobre el retorno a Bs. As., a lo que Osvaldo le pidió unos días para responder. Dos días después, el miércoles 16 de mayo de 1978, Osvaldo Piazza le confiesa a un periodista de El Gráfico, “Lamentablemente, si tuviera que evaluar en este momento las posibilidades de mi regreso al país, debería admitir que son del 50%. NO ME SIENTO EN CONDICIONES DE PENSAR SERIAMENTE EN EL FÚTBOL, cuando tengo que atender mi problema familiar. Pero esta semana que comienza adoptaré la determinación e inmediatamente se la comunicaré al Dr. Cantilo y al Sr. Menotti”.
Finalmente el domingo 19 de abril de 1978 Osvaldo Piazza toma su determinación, quizás la más difícil de su vida. O no. Recién pudo comunicarse con el Dr. Cantilo para informarle de su decisión un día después, al cual Cantilo entendió perfectamente y se mostró muy amable, ofreciéndole toda la ayuda necesaria. “Nadie siente más que yo no jugar la copa del mundo. Pero hubiese sido una aventura perjudicial para todos. Pienso que dirigentes, técnicos, compañeros y aficionados comprenderán mi situación. A través de El Gráfico quisiera hacer público mi agradecimiento a todos y ratificar mi confianza en nuestra Selección Nacional. Las pocas horas que estuve en Buenos Aires sirvieron para que tomara un real conocimiento de lo bien que se está trabajando y del espíritu y la fe con que todos los jugadores han encarado esta parte final de la preparación. Todo fue perfecto hasta la llegada de la noticia que cambió todos los planes, ahora solo me queda alentarlos desde aquí”.

Osvaldo Piazza fenómeno y aguerrido zaguero, pero mejor esposo y padre de familia.