En 1968, el Chamaco Rodríguez es expulsado en cancha de
Atlanta y recibe 12 fechas de sanción. "Esa fue mi primera expulsión"
cuenta al año siguiente. "Sucede que el periodismo y la gente en general se a echo una idea equivocada de mi personalidad, no soy ni guapo ni pendenciero, solamente cambié en que ahora cuento hasta 10 antes de actuar a pesar que los contrarios me dicen cosas para buscarme y que yo reaccione". El recordadísimo y querido Ángel Labruna era su DT de aquel equipo de 1969, quién además de
ordenarlo tácticamente y enseñarle grandes secretos del puesto,
le aconsejaba
junto a algunos compañeros como Roberto Pipo Ferreiro, que debía
dejar de lado ya ese bigote mexicano. Reacio por sus fuertes convicciones, el
Chamaco se negaba por pensar que algo tan menor como tener bigotes o no pudiera
incidir en su fútbol. Pero ante la realidad del momento, finalmente Rodríguez se afeitó. "Accedí ante el pedido de mis compañeros aunque no
estoy del todo convencido, el público se creó una imagen mía que no
corresponde, pero voy a aceptarlo porque para mí el fútbol es prioridad número
1".
Con el tiempo, el Chamaco Rodríguez devolvió los bigotes a
su lugar.
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