Faltando
poco más de un mes para el inicio del mundial ’78, La presión sobre tal o cual
jugador para que sea parte del plantel, crecía sobre César Luís Menotti. Pero
el técnico tenía todo claro y desde ese preciso momento sabía quién iba a estar
y quién se quedaría afuera. “Sea como fuere, cometeré una injusticia”,
decía César. Cuarenta días antes todo el mundo futbolero se preguntaba quién
sería el 10, el 4…pero el hombre tenía todo claro. “Hoy Valencia está por sobre Villa
y Olguín será lateral a pesar de su puesto natural de zaguero central. Con
Kempes veremos su situación cuando lo tengamos con nosotros”. Y así
fue, de echo Olguín fue su lateral y Valencia debuta en el equipo titular en
posición de 10 (el N° de las camisetas correspondían a cada jugador según el
orden alfabético de su apellido). El resto ya sabemos cómo ocurrió.
Tan solo
habían pasado 3m. cuando Alonso abre el
marcador, taco genial de JJ López entre muchos rivales para que un rápido Beto
encare a Vivalda no sin antes esquivar hachazos, pero al Beto no lo paraba
nadie de su sueño mundial, 1 – 0 cruzado abajo.
Teniendo en
cuenta que River jugaba ese campeonato con muchos suplentes ya que muchos
titulares concentraban en JC Paz con la Selección (River termina 6°, campeón
Quilmes), el Beto quién todavía estaba fuera del seleccionado deslumbraba partido
a partido y este vs Chacarita fue su cumbre para que Menotti se decidiera por
el Pelé blanco (como le decían por aquel
entonces) por sobre Ricardo Bochini, quien ya había disputado varios encuentros
con el seleccionado de aquellos amistosos en Boca de 1977.
Mucho se
habló de la presión de Lacoste para con Menotti para convocar al Beto, pero
poco se habló de la presión que el mismo Alonso metía domingo a domingo
inclusive con aquel partidazo que, con gol incluido, disputó con la
blanquiceleste contra Uruguay. Menotti tenía tan claro a Olguín de 4, a
Valencia de 10 y al Beto en el plantel para pelearle el puesto al Rana Valencia junto a Villa.
Luego en el mundial se trabajó sobre la marcha y alternaron titularidad y
suplencia en varios partidos donde la gran estrella resultó ser Mario Kempes, aquel
que debieron esperar a que llegara al país para saber cómo estaba.