Esta es una de notas que a uno le gusta rememorar, porque en
estos tiempos tan veloces es bueno hacer un paréntesis y reflexionar un poco de
los verdaderos motivos por los que estamos en esta vida. Que no solo tanta
velocidad te puede estrellar, sino que también te puede dejar en el camino,
como tantas veces sucede a muchas personas. Simpleza, principios, valores, lealtad,
honestidad, dignidad. Son virtudes que Jorge Carrascosa nos puede reflejar y
que los chicos de hoy deberían al menos leerlo, comparar con el hoy y sacar sus
propias conclusiones.
Jorge Carrascosa es un tipo común, que hizo y hace cosas de
la vida como hace mucha gente, sin que trascienda, de perfil bajísimo pero de
fuertes convicciones. Inentendibles para muchos. ¿Pero qué fue lo que tanto
ponderamos y hace que hablemos de Carrascosa?. El tiempo acrecientan y
modifican los mitos y el que lo cuenta lo hace agregando su granito dejando su
sello personal. Pero la verdad es una sola y muy simple, tan simple que nos
podría hacer reflexionar de lo simple que es la vida y cuanto la complicamos hasta hacerla inmanejable.
Todo periodista deportivo recién recibido, tiene como uno de
los objetivos en su carrera saber y tener la primicia de porqué Jorge
Carrascosa abandonó la Selección nacional pocos meses antes del comienzo del
mundial ’78. Lamentamos decirles que no hay motivos algunos, que solo existen
convicciones, ideales, coherencia y un estilo de vida admirable que solo lo
entienden aquellos despojados de toda ambición consumista. A continuación
leerán parte de un reportaje de Eduardo Rafael para la revista El Gráfico en febrero
de 1980.
Así se refería Jorge “el lobo” Carrascosa de la decisión de
retirarse del fútbol y su renuncia al seleccionado nacional.
“Hay algo más profundo que es
común a todos y está dentro de cada uno. Hay que saber encontrarlo, está en el
cerebro y en el corazón. Yo lo encontré, o creo que lo encontré. Por eso tomé
la decisión, porque el fútbol es limitado y el adiós tenía que producirse hoy,
mañana o pasado. Y yo prefiero que sea hoy, de esta manera, cuando me siento
todavía físicamente entero, futbolísticamente bien. En definitiva es un
problema de sensibilidad, elegí irme con dignidad”
“Hace tiempo que estoy
preparado para esto, el fútbol para mi es una etapa cumplida. LA AMBICIÓN EN EL
HOMBRE NO DEBE VOLCARSE SOLAMENTE A LO MATERIAL. Llega un momento en que uno
tiene que pararse y pensar que hay otras cosas que tienen tanto o más valor: la
convivencia con los que uno quiere, la necesidad intelectual de adquirir más
conocimientos, la espiritual de compartir los gustos, la necesidad física de
PRACTICAR DEPORTES RECREATIVOS que son los que realmente te hacen sentir
bien...”
“Quizás no resulte fácil para
los demás pero yo tengo bien en claro el problema. Yo entiendo al deporte como
una COMPETENCIA DIGNA Y LEAL, MÁS ALLÁ DE CUALQUIER RESULTADO O INTERÉS
PERSONAL. Si mi equipo para salir campeón tiene que recurrir a la
incentivación, al soborno o la aplicación de estimulantes, yo me sentiría muy
mal. Pienso que los triunfos así logrados carecen de sentido, no tienen ningún
sentido porque desvirtúan la esencia de lo que debe ser el deporte. Ante esta
situación solo tenés tres opciones, contar con poder suficiente para cambiar
todo esto, cerrar los ojos y someterte, transformándote en cómplice o alejarte.
Yo elegí alejarme".
“No estoy arrepentido de
haber renunciado de jugar el mundial ’78, quienes me conocen saben que mantuve
siempre la misma coherencia, como la que ahora me lleva a dejar el fútbol. Las
mismas razones que me llevaron a renunciar a aquel seleccionado, inducen a que
hoy tome esta determinación.
Jorge Carrascosa debuta en Banfield en 1967 y jugó hasta
1969. Pasa a Rosario Central y consigue el título del Nacional 1971, en 1973 es
transferido a Huracán consiguiendo aquel recordado título metropolitano. En
1974 César Luis Menotti lo convoca al seleccionado y lo convierte en su capitán
hasta la renuncia en enero del ’78.
Trazando un paralelismo a través del tiempo, algo que no es de mi
agrado, podría decirse como para que entiendan más y mejor los más jóvenes,
Carrascosa fue y es lo que hoy sería un Marcelo Bielsa, pero con menos locura.
Sería bueno que los medios de comunicación quiten ya el
“loco” cuando se refieren a Bielsa, porque el hombre vive sin agachadas, como
deberían ser todos, o al menos muchos más de los que hay ahora. Y sería bueno
también que tipos como Jorge Carrascosa,
tengan una mayor difusión para que los jóvenes tengan un espejo que les muestre
los valores que tenemos todos y cada uno de nosotros, y que la velocidad de la
vida no nos deja apreciar.