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lunes, 26 de noviembre de 2012

River vs Huracán 1975


Omar Larrosa.
Cuando vos haces algo con respeto, para vos mismo y para el prójimo, cuando das todo sin pedir más y caminás por la vida respetando tus principios, la Historia sabrá reconocerlo tarde o temprano. Nuestro reconocimiento de hoy, será para uno de los pocos equipos que mantiene una línea de juego a través del tiempo, le vaya bien o mal.
 Nos remontaremos a 1975 con aquel extraordinario Huracán que poco lo acompañaron los resultados ese año, pero su respeto por el balón hace que 37 años después recordemos al Globo como uno de esos equipos que mejor lo a tratado.
El 12 de octubre de 1975 del torneo Nacional visitaba a otro nene de paladar negro, el River que se consagraría bicampeón. Recorriendo la crónica de aquel partido, don Osvaldo Ardizzone decía del Globito “Que vocación y que convicción la de estos tipos para tratar a la pelota, para quererla con ese afecto tan adolescente, tan improstituible como para no admitir ni siquiera la más leve insinuación de infidelidad...”Eso es Huracán.
Ya metiéndonos en el partido, los primeros 30m. fueron todos de Huracán, donde le escondió la pelota a River en lo que fue un monopolio total. En ese tramo se pone en ventaja con gol de Jorge Sanabria de cabeza, tras un centro de tiro
libre por la derecha de Miguelito Brindisi. Luego de este tramo, River demuestra algo más de potencia ofensiva, con un trato simple pero más sorpresivo al arco de Cejas. El Beto que no la tocaba empezaba a juntarse con JJ López y Luque, para llegar al empate por parte del 9 millonario a los 36m, luego de una desinteligencia del defensor Sánchez y Cejas  para que le quede servida a Leopoldo Jacinto y fusile al arquero. El gol de la victoria para los Millonarios llegaría un minuto antes del final del primer tiempo, cuando nuevamente Luque aprovecha un rebote de Agustín Mario tras remate de JJ López, para asegurarla suavemente de derecha.

El empate de Leopoldo Jacinto Luque.
El gol de la victoria, otra vez Luque.

El segundo tiempo fue algo más parejo, Huracán era dueño del balón y del terreno, pero su traslado lento y pausado se convertía en un suicidio futbolístico cuando perdía la pelota y sus volantes quedaban a contramano, dejando solos a sus defensores contra todo River que jugaba decididamente al contragolpe con los pases milimétricos del Beto, el despliegue enloquecido de Pinino Más, el panorama de JJ y la siempre peligrosa presencia de Leopoldo Luque. Pero Huracán muere con su argumento, el del toque. Ardiles, Larrosa, todos, todos los jugadores al ataque del que jamás renunciará para dejar la sensación en el aire, que el gol llegará en cualquier momento. Pero los goles no llegan por la única razón por la cual el Globo no se llevó un punto siquiera ese día del Monumental. La razón es que en el arco de enfrente estaba el mejor arquero (a nuestro criterio) argentino de todos los tiempos, el Pato Fillol. Todo ese final del partido fue una exhibición de cómo un arquero desamparado varias veces por sus defensores, debía bancar un resultado. Una vez ante Chabay y unas cuantas a un maravilloso René al cual le ahogó el grito varias veces en sus manos. 
El Gorrión López

Final 2 – 1 para River en un partido de fútbol que bien podría trasladarse a un teatro e interpretarlo en un ballet.  Muchos dirán que el toque intrascendente no sirve si no termina en gol, o si no se gana el partido, quedarán para otro espacio esos comentarios. Aquí ponderamos a aquellos que alguna vez tuvieron respeto por el balón, respeto por dejarle algo al público, pero más que nada, a los que no traicionan a sus principios fuere cual fuere el final de la historia. Salud y gracias, por todos aquellos momentos.

El "8"del fútbol argentino, JJ López.
Dejamos esta foto para el final.
Mario Agustín Cejas quién luego jugara en River,
 y Leopoldo Jacinto Luque, postal de un goleador.